Viejo Ron

Que en un arrabal estaba una muchacha linda,
sobre un tabique bailaba un rico danzón.
Un arrabal lleno de tertulias y de olor a habano,
con copas de nostalgia y nostalgias de la vieja vida.

Suenan las cuerdas de una vieja guitarra
y los tambores dan su sonido al ritmo del congal.
La muchacha linda gira sin caer,
sobre aquel tabique, demuestra esa gracia de antaño.

Un hombre entra sin mirar la pista,
se sienta y pide una copa de ron añejo,
de ron de caña, de sabor a tiempo.
Se sienta a escuchar aquel viejo danzón.

Aquella muchacha linda gira y lo ve.
Cae del tabique y se llena de pecado.
Parada frente aquel hombre, solo lo ve,
toma su cara y le regala sus labios.

- Esto es por aparecer, por este beso sabor a ron.
Le dice la muchacha linda.
Mirando sus ojos, el hombre toma su mano y dice:
- Gracias por robarme el sabor del ron, gracias por llevarte un pedazo de mi corazón.