¿Qué es lo que surge de un guion adaptado por Guillermo del
Toro, una dirección de Peter Jackson y un “no lo hacemos por el dinero”? Nace
una película con altas expectativas, pero que se queda a la mitad del tan
esperado viaje.
Sin duda después de ver “El Hobbit: Un Viaje Inesperado” la
pregunta obligatoria seria ¿Cómo habría sido si Guillermo del Toro la hubiese
dirigido?
Sabemos que Peter Jackson es sin duda el Señor de los
Anillos, literalmente, es quien conoce la fórmula perfecta de como contar una
historia alabada por muchos alrededor del mundo. Pero hay que decirlo con todas sus palabras:
Un Viaje Inesperado resulta ser realmente inesperada.
Se creó una expectativa tan alta para este filme, no solo
por los fans de la saga anterior, si no de los fans de la literatura de Tolkien,
que realmente termina por ser algo decepcionante.
17 años tenía yo cuando emocionado estaba en la fila para
poder ver la primera película de El Señor de los Anillos, una historia
desconocida para mí, pero más que famosa para el mundo entero. No tenía yo la menor
idea del fantástico mundo de Tolkien (culpo a las escuelas por eso) y mi idea
sobre esta producción era buena, pero sin saber que sería lo que encontraría.
11 años han pasado y hoy acudí, con el ánimo de un niño en 6 de enero, a las
salas de cine para disfrutar la Premiere de El Hobbit. Ya con mas conocimiento
sobre este asombroso mundo Tolkiano, y confieso que la expectativa generada era
mucha, mas a sabiendas que Guillermo del Toro, de una u otra manera, tendría una
que otra pincelada en este proyecto.
Inesperado fue el resultado.
Una película que cuenta con una fotografía por demás cautivante,
paisajes extraídos de la más bella fantasía, extraordinarios encuadres que te
van sumergiendo completamente en los parajes de Tierra Media, insisto, el Sr.
Jackson pareciera que proviene de este mágico mundo. Pero las sombras se ciñen
sobre ese mundo. Si tú nunca leíste los libros pero eres fan de las películas,
temo decirte que “un Viaje Inesperado” no está ni remotamente cercana a “A La
Comunidad del Anillo”. Es decir, si crees que en el Hobbit te encontraras con
lo visto en la saga pasada estas cometiendo un error muy grave. La película avanza
muy lentamente, diseñada para ser una trilogía, esta primera entrega ahonda demasiado
en los personajes y sus relaciones, y carece de la espontaneidad de las
entregas pasadas. Ciertamente las actuaciones son muy sólidas, los enanos son
muy divertidos, y conocer sus costumbres, su cultura y filosofías es realmente
fascinante, pero la historia en si nunca termina por cuajar. Este viaje hacia
Erebor, más que ser una aventura continua, está contada como en formato de capítulos,
pero nunca terminas de conectar con los enanos o con el mismo Hobbit que los
acompaña, no se logra esa empatía que sentimos por La Comunidad en la saga previa.
Sé que está mal comparar las películas, comprendo y creo,
que habrá que ver la trilogía completa para dar un veredicto justo, porque
seguramente las escenas más elaboradas y las secuencias de acción y drama
vienen en las próximas entregas, pero este primer filme deja un sabor
agridulce, te quedas esperando que algo grande suceda y nunca llega.
Creo que los fans del libro podrán quedar fascinados con lo
que verán, pero los fans de las películas, esperaban más, por ejemplo, los
encuentros de Gandalf con Bilbo, o el encuentro de Bilbo con Gollum y el mismísimo
anillo único.
No es que la película sea mala, pero sin duda quedo a deber
mucho por las tan altas expectativas que había generado, comprendo que es una
historia diferente al Señor de los Anillos, y concedo el beneficio de la duda hasta
ver la trilogía completa, pero creo que el libro fue estirado más de lo
necesario para poder formar la saga completa, afortunadamente, “no lo hicieron
por el dinero”.